¿A quién afecta el Impuesto de Salida en España y cuándo se aplica?

El Impuesto de Salida en España solo afecta a residentes fiscales de largo plazo con carteras accionariales muy elevadas. Se aplica a quienes hayan sido residentes en España al menos 10 de los últimos 15 años y posean acciones o participaciones valoradas en millones. La mayoría de expatriados de corta estancia o con patrimonios modestos están exentos de este impuesto.

Jacob Salama

9/9/20253 min leer

Qué es el Exit Tax en España y cómo te afecta al mudarte al extranjero?
Qué es el Exit Tax en España y cómo te afecta al mudarte al extranjero?

El Impuesto de Salida (Exit Tax) no se aplica a todos los contribuyentes, sino solo a perfiles muy concretos con patrimonios elevados. En primer lugar, el contribuyente debe haber sido residente fiscal en España durante un período prolongado. La ley exige haber sido contribuyente del IRPF al menos 10 de los 15 años fiscales previos al cambio de residencia. Esto excluye a la mayoría de expatriados de corta estancia: por ejemplo, un extranjero que residió 5 años y luego se marcha no cumple el requisito y no tendría que pagar el Impuesto de Salida. Importante: los años tributando bajo el régimen especial de impatriados (“Ley Beckham”) no cuentan para este cómputo de diez años. Dichos años solo empiezan a contarse desde que el contribuyente tributa como residente ordinario en el IRPF.

Requisitos de Residencia Fiscal en España

Solo están sujetos al Impuesto de Salida los individuos con residencia fiscal prolongada en España. Es necesario haber sido residente en 10 de los últimos 15 años antes de salir. En la práctica, esto significa que si su estancia fue inferior a una década no se activa el impuesto. Un profesional bajo la Ley Beckham que permanece 6 años y luego vuelve a su país tampoco “acumula” esos años para el exit tax.

Umbrales Patrimoniales en España previa a la salida

Además del requisito de residencia, se requiere un patrimonio societario elevado. Se contemplan dos umbrales alternativos:

  • Cartera de acciones > 4 millones de €: Si el valor de mercado conjunto de todas sus acciones, fondos y participaciones empresariales supera los 4.000.000 €, el Impuesto de Salida podría aplicarse. Este umbral es muy alto y excluye a la gran mayoría de inversores medios. Por ejemplo, si al 31 de diciembre del último año como residente alguien posee una cartera de valores por 4,5 millones, habría entrado en este supuesto.

  • Participación > 25% valor > 1 millón de €: Si no se supera el umbral anterior, el impuesto puede activarse de forma más focalizada. Sucede cuando el contribuyente posee más del 25% de una empresa o sociedad y el valor de esa participación supera 1.000.000 €. En tal caso se grava la plusvalía latente solo de esa participación específica, no de todos los activos. Por ejemplo, si alguien posee el 30% de una empresa familiar valorado en 1,5 millones (y luego tiene otras inversiones menores), aunque su patrimonio total en acciones sea inferior a 4 millones, ese 30% superior al 25% y cuyo valor excede el millón activa el impuesto sobre la ganancia de la empresa. En cambio, participaciones minoritarias o valoraciones menores no entrarían en el impuesto salvo que el total de la cartera global rebase los 4 millones.

Perfil de los Contribuyentes Afectados

En resumen, solo se ven afectados los residentes fiscales de larga duración y con patrimonios societarios elevados. La mayoría de ciudadanos españoles o extranjeros con patrimonios modestos no tendrán que preocuparse por el Exit Tax. Por ejemplo, un joven profesional o un residente temporal que abandona antes de cumplir 10 años no ingresa en el impuesto. Tampoco lo haría un contribuyente con un patrimonio diversificado por debajo de los umbrales: por ejemplo, alguien con 3 millones en fondos de inversión y 0,5 millones en una startup al 50% no supera ni el umbral global ni tiene participaciones superiores al 25%, por lo que no tributaría.

Finalidad del Impuesto de Salida en España

El Impuesto de Salida funciona como una venta ficticia de acciones al día antes de cambiar de residencia. Su objetivo es evitar que contribuyentes con grandes plusvalías latentes se trasladen a países de baja tributación sin pagar impuestos por esas ganancias acumuladas. No es una sanción, sino una obligación fiscal: si cumple los requisitos, la ley considera que se generó una ganancia patrimonial (capital) por la diferencia entre el valor actual de sus participaciones y su costo histórico. Esta ganancia latente se integra en la base del ahorro del IRPF y tributa en los tipos de plusvalía (actualmente hasta el 30% en tramos altos). En la práctica, el impuesto solo pesará sobre grandes fortunas: las tramos más elevadas (27%-30%) aplican a grandes plusvalías. Quienes no alcancen los criterios combinados de residencia prolongada y elevado patrimonio simplemente no entran en el ámbito del impuesto.